A.D.C. Si disfrutas, ganas.- Baños de la Encina (Jaén)

La historia de la que os quiero hablar hoy, comenzó hace 32 años, con el nacimiento de una niña llamada Vanessa, en un pequeño pueblo de Galicia.

Su infancia la pasó correteando por los campos verdes de esa zona, y como no podía ser de otra manera, desembocó esos correteos en una escuela de atletismo.

Allí, enseguida vieron que esta niña inquieta y habladora, tenía talento para correr.

Así, que primero de la mano de Julio Rodríguez y después de Alfonso Ortega, dos grandes entrenadores de nuestro atletismo, Vanessa comenzó a tener éxitos en categorías inferiores, siendo Campeona de España e internacional con la Selección Española en varias ocasiones.

Ya estando en categoría promesa fue internacional absoluta, comenzando en ese tiempo, a salir con el atleta profesional Julio Rey, el cual es de Toledo. Cambiando así su residencia allí, para vivir junto a Julio.

En la ciudad imperial, partió de cero, empezando una nueva vida, ya que no conocía a nadie en este nuevo lugar. Pero poco a poco se empezó a ganar el corazón de muchas personas.

En cuanto a los entrenamientos, pasó a ser entrenada por el padre de Rey, que al igual que él, también se llama Julio, y así de esta manera podrían compartir juntos su pasión.

Un tiempo después, esta pareja se casó, queriendo ella cumplir su gran sueño, que era ser "mamá".

Al poco de casarse, se quedó embarazada, teniendo meses después a su primera hija, en la cual se centró, decidiendo abandonar la práctica total de correr.

Casi dos años más tarde, nació la segunda niña. Y tres años más tarde llegó el tercero, que esta vez era niño.

Así de esta manera cumplió su sueño de tener tres lindos hijos a los que criar y dar todo el amor del mundo.

Pasado más de un año, Julio se retiró de la alta competición. Ante esto, para sorpresa, Vanessa reunió a sus familiares, y les comunicó que quería volver a correr, pero no salir a trotar, sino que tenía la intención de volver a tener un alto nivel atlético.

Aquello sonó a utopía, ya que habían pasado más de seis años, en los que ni siquiera salía a correr un día a la semana, y además ahora tenía a tres pequeños, con el atenuante, de que su marido estaba trabajando, y ella era la encargada del hogar en casa.

Como conclusión, dentro del entorno se veía tremendamente difícil lo que quería hacer, pero estaba decidida, así que todos la apoyaron.

A partir de entonces se levantaba cuando el sol todavía no asomaba, y comenzaba el día con una agenda bien organizada, donde no descuidaba ningún detalle de sus tareas maternales. Saliendo a entrenar por la mañana cuando los niños estaban en el colegio y la guardería. Y por la tarde, cuando Julio llegaba del trabajo, se quedaba al cargo, y ella hacía la segunda sesión de entrenamientos.

De esta forma regresó a la competición, lo cual no fue fácil, ya que estaba muy lejos de su nivel de antaño. Pero, poco a poco, mes a mes, fue mejorando y en esa primera temporada consiguió al final de ella ser medalla de bronce en el Campeonato de España de 10.000 metros. ¿Qué quería hacer Vanessa tras este logro? Llevar a sus hijos a eurodisney.

La siguiente temporada, continuó progresando, así que decidió esa primavera correr el Campeonato de España de Media Maratón. Realizando de esta forma la primera media maratón de su vida, y el resultado no pudo ser mejor, primer puesto con un tiempo de 1:13:04.

En la siguiente sesión, decidió probar suerte con el maratón, debutando en esta distancia tan solo hace unos días en el Campeonato de España de Maratón en Castellón.

Ahora esta atleta es la nueva Campeona de España de Maratón y va a participar como consecuencia de este logro en los próximos Juegos Olímpicos. Tras realizar esta hazaña. ¿Saben que era lo siguiente que quería hacer? Llamar a sus hijos y contarles lo que había hecho su madre.

Esta es la historia de Vanessa Veiga Comesaña, "La historia de una mamá"